sábado, 13 de noviembre de 2010

La infancia de Ernesto Che Guevara

 

Un hecho fortuito determina que el nacimiento de Ernesto Guevara se produzca en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, el 14 de junio de 1928. Sus padres, Celia De la Serna -de ocho meses de embarazo-y Ernesto Guevara Lynch, con las ideas puestas en la compra de un molino, deciden viajar a Buenos Aires para que su primogénito Ernesto naciera "porteño". El barco que los conduce por el río Paraná con destino a la capital de la República Argentina se encuentra a la altura del puerto de Rosario cuando Celia reconoce en su cuerpo las primeras contracciones. La pareja, obligada por las circunstancias, desembarca y se traslada inmediatamente a la casa de unos parientes. Poco después, en la maternidad del Hospital Centenario, un anexo de la Facultad de Medicina, Celia De la Serna da a luz. Después de una corta estadía en la ciudad, la familia Guevara continúa su viaje hacia Buenos Aires.
El ingeniero Guevara es propietario de una plantación de yerba mate en Caraguatay, provincia de Misiones, donde se instala con su familia. El robo de una cosecha entera de hojas de yerba de la plantación de don Ernesto cambia radicalmente la vida de los Guevara. La situación económica se torna crítica. Al poco tiempo, la familia alquila, en Buenos Aires, un departamento en la céntrica Avenida Santa Fe. El ingeniero decide trasladarse a San Isidro, provincia de Buenos Aires, donde forma una sociedad que intenta salvar un astillero que está a punto de quebrar, el negocio resultará un rotundo fracaso. De tal forma, que los primeros años del pequeño Ernesto de desarrollaron entre la espesura de la selva misionera y una de las capitales latinoamericanas más prósperas y pobladas de la época.
En Buenos Aires, el 31 de diciembre de 1929, nace Celia, la primera de las hijas del matrimonio. Ese mismo día Ernesto sufre su primer ataque de tos. Los médicos diagnostican neumonía. En 1931, después de un baño en el río, vuelve a sufrir una crisis en las vías respiratorias. Esta vez los síntomas indican bronquitis. La tos no cede y ante una segunda revisión se detecta en Ernesto bronquitis asmática. La enfermedad persiste y los Guevara consultan a un tercer médico, el diagnóstico final revela asma crónica. El 18 de mayo del mismo año nace Roberto, el tercer hijo de los Guevara. Ana María llegará al mundo el 28 de enero de 1934.
Celia y Ernesto Guevara saben que su hijo tampoco soportará el clima de Buenos Aires, la familia debe tomar una decisión drástica. Córdoba es el lugar recomendado por los médicos y hacia allí parten en 1933, instalándose transitoriamente en Argüello, lugar que abandonan al poco tiempo con rumbo a Alta Gracia, donde Ernesto permanecerá doce años. Esta vez la residencia de los Guevara será el Hotel La Gruta, donde el joven Guevara traba amistad con Carlos Ferrer "El Calica".
Los problemas económicos del ingeniero Guevara mudan nuevamente a la familia a una casa más barata dentro del mismo pueblo; se trata de "Villa Nydia" en donde el pequeño Ernesto aprenderá de su padre, en las interminables horas de postración asmática, los primeros movimientos de un juego que practicará con pasión durante toda su vida, el ajedrez. También por este tiempo recibe de una criada de la familia su primer apodo conocido, "Tete".
En 1936, Franco, en España, se subleva contra la República. Comienza la guerra civil. La familia Guevara vive paso a paso los sucesos que se generan en la península. El padre funda un comité de apoyo a los republicanos. El pequeño Ernesto recita de memoria, en las reuniones familiares, los poemas del chileno Pablo Neruda. "Villa Nydia" se ha convertido en un pequeño centro de seguimiento de los acontecimientos entre republicanos y franquistas y hasta un médico de apellido Aguilar, republicano obligado al exilio, es recibido como huésped junto con sus hijos. En una de las paredes de la habitación de Ernesto cuelga un mapa con banderillas de diferentes colores que marcan las posiciones de las tropas en pugna. Ernesto juega con sus amigos en los fondos de su casa a "la defensa de Madrid". Un terreno cubierto de pastos y flores es transformado en poco tiempo en la réplica de un campo de batalla con trincheras y defensas artificiales. Varios de los niños que intervienen en los "juegos de guerra" resultan heridos, entre ellos Ernesto, que recibe un fuerte golpe en una pierna, producto de la lluvia de piedras que los bandos se arrojan.
En 1937 la familia se cambia a una nueva casa en la misma ciudad. Se trata del chalet "Fuentes", y a los dos años, en 1939, cuando Ernesto tiene ya 11 años, vuelven a mudarse a uno de nombre "Ripamonte".
Celia De la Serna se preocupa en inculcarles a sus hijos la lectura y surge una verdadera pasión en la vida del pequeño Ernesto, que pasa horas encerrado en la biblioteca de su padre leyendo con el mismo entusiasmo tanto "Los tres mosqueteros" o "Robinson Crusoe" como los tratados más profundos de Freud.
Ernesto realiza su primera experiencia laboral a los 13 años. Es contratado por un terrateniente que busca gente para realizar la vendimia. Un ataque de asma lo sorprende en la mitad del trabajo y lo obliga a renunciar. Al reclamar su sueldo, se le paga la mitad de lo acordado. Es tal la indignación que sufre Ernesto, que al llegar a su hogar le pide al padre que regrese con él para "romperle la cara al explotador".
En 1942, Ernesto se inscribe en el Colegio Nacional Deán Funes al que debe viajar todos los días 35 kilómetros en tren. Ese mismo año nace su hermano Juan Martín, quinto y último de los hijos de la familia Guevara
En 1943, la pequeña Celia comienza sus estudios en el Liceo de Señoritas de Córdoba, y el ingeniero Guevara es contratado por un estudio de y lleva a su familia a radicarse en calle Chile 2288 de la capital mediterránea. La infancia de Ernesto Guevara ha terminado.

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