sábado, 13 de noviembre de 2010

Enfermedades de Ernesto Che Guevara

Enfermedades

 

A los pocos días de nacer, el pequeño Ernesto sufre una bronconeumonía que casi acaba con su vida. En 1929 mientras su madre daba a luz en Buenos Aires a su hermana Celia, el Che tiene su primer ataque fuerte de tos. Los médicos diagnostican neumonía. En 1931, en San Isidro, después de un baño en el río, Ernesto Guevara hijo vuelve a sufrir una crisis en las vías respiratorias. La tos no cede y en la consulta médica de rutina se detecta bronquitis asmática. La enfermedad no declina ante los medicamentos recetados y los Guevara deciden recurrir a un segundo especialista, el diagnóstico final revelará asma crónica.
Los médicos que intervienen en el tratamiento de Ernesto recomiendan un cambio inmediato de clima. La humedad de Misiones y Buenos Aires han perjudicado notablemente la salud del niño. Los Guevara deben tomar una decisión drástica y la familia se traslada a Córdoba en 1933, una provincia Argentina de clima seco que funciona como un verdadero paraíso para los enfermos con problemas en las vías respiratorias. A los nueve años Ernesto sufre de "tos convulsa" que agrava aún más su padecimiento asmático.
En 1945 se presenta a la revisión médica para ingresar al servicio militar en las Fuerzas Armadas. Alcanzó con una simple auscultación en la zona de los pulmones para declararlo no apto para el servicio.
En su primer viaje, cuando el Che junto con su amigo Alberto Granado recorre cinco países sudamericanos, el asma lo ataca casi cotidianamente con mayor o menor intensidad. En Perú y Colombia sufre los ataques más serios. La falta de medicamentos en medio de la humedad de la selva complica aún más la salud de Ernesto.
El 5 de diciembre de 1956, día del desembarco en Cuba de las fuerzas revolucionarias encabezadas por Fidel Castro, en Alegría del Pío, donde se produce la primera batalla que el movimiento revolucionario 26 de julio mantiene con el ejercito de Batista, el teniente médico Ernesto Guevara recibe una herida leve de bala en el cuello.
Ya en la Sierra Maestra, durante la ofensiva ordenada por Batista con el fin de aniquilar a los insurrectos, la columna del Che se ve obligada a abandonar El Hombrito. Las tropas de Sánchez Mosquera lo persiguen a pocos metros, pero a cada intento de avance de los gubernamentales los rebeldes los reciben con una nueva emboscada. En una de ellas, Guevara recibe un tiro en el pie izquierdo. Cantinflas, un combatiente de apellido Oñate a quien se le había trabado el fusil, se acerca hasta el Che, que está tendido en el suelo, Guevara le destraba el arma y le ordena que siga disparando. Al momento Cantinflas cae herido al lado de su comandante que, arrastrándose hasta donde está el resto de sus hombres, seguirá dirigiendo a sus fuerzas.
En el asalto al cuartel de Cabaiguán, el azar hará que el comandante de la columna 8, Ernesto Che Guevara se quiebre un brazo. Al saltar de un techo a otro, en un intento de acercarse a las instalaciones militares ocupados por las fuerzas de Batista, el argentino se engancha en una antena de televisión y golpea fuertemente contra el piso de un patio interior de una casa donde había maceteros de lata. Del porrazo, el Che se lleva una fractura en un brazo y un corte sobre la ceja izquierda, cicatriz que lo acompañará por el resto de su vida.
El 9 de enero de 1959, ya en La Habana y después del triunfo de la revolución, Ernesto Guevara, de 30 años, recibe en el aeropuerto de La Habana, a Don Ernesto, Celia de La Serna y a sus hermanos Juan Martín y Celia.. Unas semanas más tarde, el Che se reencontrará con su hija Hildita, que viaja desde Perú en compañía de su madre Hilda Gadea. Demasiadas emociones para el jefe guerrillero: un año de combates en condiciones extremas, la visita de sus padres y hermanos; una hija que tendrá que aprender a conocer y sus dos mujeres, todos juntos, bajo el inmenso cielo de una pequeña isla del Caribe. Todo esto le causa el peor ataque de asma de su vida, que se complicará por la aparición de una enfisema doble en el pulmón derecho, que derrumba al Che, postrándolo por meses en una cama, ubicada frente a una ventana iluminada por el sol todavía desconocido de los alrededores de La Habana. Recuperado, después de varios meses de convalecencia, el comandante argentino se reincorpora a sus actividades habituales.
En 1961, durante la invasión de Bahía de Cochinos, mientras Guevara se encuentra al mando de las fuerzas castristas destacadas en Pinar del Río, más precisamente en Consolación del Sur, al caérsele del cinto la pistola amartillada, ésta se dispara y una bala le atraviesa la cara. El jefe guerrillero permanecerá varias horas en un hospital para su recuperación.
En 1964, la situación de Guevara en Cuba se ha tornado insostenible. El entonces ministro de Industrias de la Revolución ha denunciado públicamente su desacuerdo con los postulados económicos y sociales impulsados por la URSS y a calificado a los dirigentes soviéticos de burócratas. El distanciamiento de Guevara, con respecto al gigante socialista, se ha ido desarrollando en la misma proporción y tiempo que la dirigencia cubana utilizó para acercarse a la tutela soviética. Después de la segunda gira por África, y el explosivo discurso de El Che en Argel, condenatorio de la política soviética, en La Habana, se produce una reunión de los tres máximos dirigentes de la revolución cubana, El Che, Raúl y Fidel Castro. Los dirigentes mantienen una acalorada discusión en la que Raúl acusa a Guevara de trotskista. Guevara se pone muy violento y, según testimonios de Dariel Alarcón Ramírez (Benigno), integrante de la custodia del Che, Guevara habría sido calificado de estúpido por Raúl Castro, ministro de Defensa cubano. "... 'eres un estúpido'... le repitió la palabra estúpido tres veces y de ahí él -refiriéndose a Guevara-mira para Fidel,...y Fidel no tiene respuesta. O sea, calla. Otorga. Y al ver aquella actitud sale molesto, tira la puerta y se va. Y ahí, a pocos días, viene la decisión, así prematuramente, de irse al Congo. Se fue una semana a Topes de Collante, al sanatorio que hay en el centro del país en el Escambray..."
Guevara atraviesa uno de los ataques de asma más fuertes de su vida producto del disgusto que le ha provocado la discusión. En el Escambray, El Che tomará la decisión de participar en la aventura guerrillera del Congo.
En abril de 1965, poco después del arribo del médico argentino a territorio congolés, producto del esfuerzo y la tensión provocada por la travesía por el Lago Tangañica, donde una tormenta estuvo a punto de hundir la embarcación que transportaba a los voluntarios cubanos que participarían de la guerra de liberación en África, el Che sufre otro de sus habituales ataques de asma, que sirvió como carta de presentación ante las tropas africanas que le rindieron homenajes militares por su arribo a suelo africano.
A un mes del arribo de Guevara al Congo, ya en la base de Luluaburg, el Che sufre de paludismo. Zerquera, uno de los médicos que participó de la expedición cubana en el Congo dejó registrado el episodio: "Todo estaba oscuro. Nunca vi el sol en Luluaburg. El Che se encontraba tendido en una hamaca que siempre tenía montada con una vara en tierra. Cuando llegué estaba en muy malas condiciones, casi delirando. Yo me imaginé que tendría paludismo con fiebre muy alta. Figúrate, una fiebre del carajo. ¿Qué tendrá este hombre? Tenía mucha presión. Yo pasé un momento muy malo.
-Coño yo soy alérgico a la penicilina.
-Esto es el carajo, pues.
-Bueno, pues pone Calmicina.
Le puse además clorafenicol, cloroquina...La fiebre no bajaba. Yo deduje que tenía paludismo, porque la cloroquina fue la que finalmente le bajó la fiebre. Coño, estaba muy mal. Tres días inyectándolo, cuatro, cinco veces. A los cuatro días la fiebre comenzó a bajar.
El Che mejoró, pero yo había visto que él no estaba bien todavía. Le iba a hacer un chiste como el que él me había hecho en el barco: yo le iba a decir ¿Quién te iba a decir que te ibas a morir aquí de esto".
Octubre de 1965 comienza muy mal para Guevara. La disentería le produce una diarrea que lo pone al borde de la deshidratación debilitándolo notablemente. La infección se combina con un ataque de asma que deja al guerrillero casi sin fuerzas para seguir conduciendo a las fuerzas cubanas destinadas en el Congo.
Físicamente destruido por el asma y las fiebres tropicales que habían reducido su peso a 50 kilos, en los primeros meses de 1966, Guevara se retirará de África. Después de un breve período de recuperación en las oficinas del 2º piso de la embajada cubana en Dar Es Salaam el Che partirá para Praga.
La muerte, encontrará al comandante guerrillero argentino combatiendo por sus ideales en Bolivia. Una escuelita en La Higuera servirá como patíbulo de Ernesto Che Guevara, el 9 de octubre a la 1:10 de la tarde. Una primera ráfaga de ametralladora le destrozó las piernas, la segunda le perforó un brazo y el corazón.

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