sábado, 13 de noviembre de 2010

Estudios de Ernesto Che Guevara


Ernesto habla un excelente francés que le fue transmitido naturalmente por su madre. A causa de su enfermedad, el asma, el Che no concurre a la escuela y es Celia De la Serna quien se encarga de su educación formal concerniente a los grados inferiores de la escuela primaria. El joven Guevara ingresa en el colegio Deán Funes, donde realizará el liceo, y en los últimos años de su educación secundaria planificará el ingreso a la Universidad de Córdoba con el propósito de estudiar ingeniería. Concluidos sus estudios secundarios, durante las vacaciones, Ernesto viaja a Buenos Aires para visitar a su abuela paterna, Ana Lynch. El joven Guevara necesita dinero y con su amigo Tomás Granado toma un curso de "Laborista de Sueldos". Este curso le abrirá las puertas en un organismo del Estado argentino, Vialidad Nacional, que lo envía al interior del país a cumplir tareas administrativas, por las que recibe un sueldo de 200 pesos.
Comienza, en 1945, a recopilar datos que extrae de sus innumerables lecturas e investigaciones, en un cuaderno al que llamó "Diccionario filosófico", en el que desarrolla ideas, anota palabras que le interesa recordar, definiciones y pequeñas biografías de grandes hombres. Esta costumbre de testimoniar en diarios personales lo acompañará durante toda su vida. Ernesto escribe sobre sus viajes, la guerra revolucionaria, su odisea en Bolivia y hasta páginas que describen sus sentimientos hacia María del Carmen Ferreyra, "Chichina", su primer amor.
Enterado de la agonía de su abuela Ana, que ha sufrido un derrame cerebral, Ernesto renuncia a su trabajo y regresa inmediatamente a Buenos Aires para cuidar de la anciana hasta que ésta muere. Es tal la marca que este suceso imprime en la vida del joven Guevara, que abandona la idea de estudiar ingeniería en Córdoba, donde ya había solicitado su matriculación, y se anota, más adelante, en la Facultad de Medicina de Buenos Aires. Este no va a ser el único suceso que llevará a Ernesto a cambiar el rumbo en la elección de sus estudios universitarios. La enfermedad de Celia, su madre, quien fuera operada en 1945 de un tumor maligno en un seno, influirá también en su decisión, y un tercer ingrediente manifiesto resulta de la determinación del Che en acabar con el flagelo del asma que lo persiguió, sin darle tregua, durante toda su vida. La especialidad médica que elige Guevara para realizarse en su vida profesional no es una casualidad. Ernesto se dedicará a investigar las alergias bajo la dirección del profesor Salvador Pisani. Ernesto medico sería entonces la consecuencia directa de la necesidad de curar y curarse.
En su primer año de estudios en la Facultad de Medicina, Ernesto rinde tres materias: anatomía descriptiva, parasitología y embriología, obteniendo las calificaciones de "bueno", "bueno" y "aprobado" respectivamente. No es un alumno sobresaliente, su cabeza, por aquel entonces, parece estar ocupada en el conflicto por el que atraviesan sus padres. Pasa horas encerrado leyendo literatura. A sus estudios universitarios le dedica sólo el tiempo necesario como para aprobar las materias que cursa. El joven participa en torneos universitarios de ajedrez y sigue practicando rugby con su inhalador al borde del campo de juego, al que recurre sin vergüenza cuando los pulmones ya no soportan más las corridas y los forcejeos.
A su regreso del primer viaje por Latinoamérica, el joven Che se lanza a una loca carrera contra el tiempo por la obtención de su título universitario, llega a rendir más de diez materias anuales para lograrlo. El 11 de abril de 1953, Guevara se recibe de médico.
Ernesto no realizará ningún otro aprendizaje formal hasta 1954 cuando, radicado en México, participa como oyente no matriculado en la cátedra dictada por el místico Jesús Silva Herzog, quien fuera uno de los propulsores de la nacionalización del petróleo mexicano. También en este país centroamericano, en el marco de la futura expedición de invasión a Cuba, Guevara dedicará largas horas al estudio del marxismo y el aprendizaje de técnicas militares.
En los últimos meses de 1959, después del triunfo revolucionario, en un intento de acercar a los intelectuales a la revolución, y especialmente a los estudiantes, Guevara comienza una serie de charlas en las casas de altos estudios, para que se discutan propuestas y se apoye a las carreras universitarias que darán más frutos en el futuro inmediato de Cuba. En la Universidad de Las Villas, el Che recibe un título, el de "Pedagogo Honoris Causa". Recibida la distinción, el Che, como era su costumbre, hace pública su humildad en la creencia de que el título recibido era inmerecido "si toda la pedagogía que he ejercido, ha sido la de los campamentos guerreros, la de las malas palabras, el ejemplo feroz". Antes de retirarse de la casa de altos estudios, el comandante invita a los alumnos y autoridades a alcanzar la meta de construir una universidad obrera y campesina.
En 1959, de regreso de su primera gira internacional, designado presidente del Banco Nacional de Cuba, el Che se ve obligado a tomar cursos de matemática y economía tres veces a la semana con Javier Vilaseca, ya que sus conocimientos en materia económica dejaban mucho que desear.
En 1961, poco antes de ser designado como ministro de Industrias, el Che Guevara, lanzando una flecha a modo de indicio político sobre el futuro inminente que se avecinaba sobre los destinos políticos y económicos de Cuba, comienza a estudiar metódicamente el idioma ruso.

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