sábado, 13 de noviembre de 2010

Guevara vuelve a escena


Mientras el Che se encuentra de viaje representando a su país por adopción, en Cuba las cosas se ponen calientes. Una maniobra del presidente Urrutia es denunciada por Castro a través de la televisión. El barbudo jefe de la revolución señala al presidente como vocero del conservadurismo cubano que apoya las pretensiones de los latifundistas y hace mención a la imposibilidad de la coexistencia en el gobierno de un hombre que se asigna por decreto un sueldo de privilegio, como es el caso de Urrutia, y un revolucionario como él. Castro realiza una maniobra política calculada con micrómetro renunciando a su cargo como primer ministro. Como Fidel suponía, la sociedad cubana reacciona con una huelga general y una marcha campesina desde toda la Cuba rural hacia la capital en apoyo a su líder. Urrutia se ve obligado a abandonar su cargo debido a las presiones sociales y Castro, echándole más aceite al engranaje político cubano, impulsa el ascenso de Dorticós como nuevo presidente. El mandatario, en su primer acto de gobierno, rechaza la renuncia de Fidel y lo confirma en su cargo. Una batalla más ganada por el comandante en jefe, esta vez, cambió el fusil con mira telescópica por un arma de igual poder, la televisión.
Pero la contrarrevolución parece no descansar. El intento de frustrar las aspiraciones de Castro se regionaliza. Trujillo, en alianza con terratenientes cubanos apoyados por la CIA, que utiliza al desertor de la revolución Díaz Lanz exiliado en los EE.UU. para desestabilizar al gobierno de Cuba, han estado conspirando en el intento de dar un giro hacia la derecha en los destinos de la isla caribeña. Un cargamento con armas que parte de Santo Domingo es descubierto y requisado por miembros del II Frente. Al poco tiempo, el primer hostigamiento militar de la contrarrevolución se hace efectivo. Organizado por Díaz Lanz, un avión que parte de Miami descarga sus bombas en territorio cubano provocando varios heridos.
A partir de Octubre de 1959, cuando Guevara regresa de su primer viaje como embajador de la revolución por países en Africa, Medio Oriente, la India, Japón y Europa, Fidel saca al Che del ostracismo político al que lo había obligado por meses. El primer ministro cubano lo designa al frente de la jefatura de industrialización del recién creado Instituto Nacional de la Reforma Agraria (INRA).
El nombramiento de Raúl Castro como ministro de las Fuerzas Armadas, que significa a las claras un paso dado hacia la izquierda por el régimen, provoca la renuncia de varios oficiales del Ejército Rebelde, entre los que se encuentra el influyente comandante Huber Matos, jefe de las tropas destinadas en Camagüey. Camilo Cienfuegos, por orden de Fidel, detiene a los sublevados. En La Habana se convoca a una reunión de ministros encabezada por Fidel para analizar la situación. Raúl Castro propone fusilar a los renunciantes inmediatamente, mientras que Oltuski, Faustino Pérez y Ray, adoptando una posición conjunta opinan que Matos no merece la muerte, pues con su actitud se ha alejado de la revolución pero no ha cometido ningún acto de traición. Fidel decide pedirles la renuncia a los tres ministros que defendieron a Matos y ordena el juicio del comandante de Camagüey. Oltuski permanecerá por un tiempo en su puesto a pedido del Che; Faustino Pérez y Ray abandonarán sus cargos en noviembre, siendo reemplazados por Martínez Sánchez y Osmani Cienfuegos.
El 29 de octubre de 1959, desaparece la avioneta Cessna que conducía a Camilo de Camagüey a Santa Clara. Después de una búsqueda intensa de la que participa activamente el Che, se dan por perdidas las esperanzas de encontrar vivo al cuadro histórico del 26 de Julio. El Che pierde en esa oportunidad a uno de sus pocos amigos, quizás el más íntimo y querido.

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